La bancada oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) se encuentra en una situación complicada al llegar al cierre del periodo legislativo, con una mayoría inestable en la Asamblea Nacional. A pesar de contar con uno de los bloques más grandes, su capacidad para aprobar leyes no está asegurada, dependiendo en gran medida de acuerdos con otros legisladores en lugar de un respaldo fijo.
En la Asamblea Nacional, una mayoría sólida permite aprobar leyes sin depender de otros bloques, lo que otorga al oficialismo un mayor poder de decisión. Sin embargo, la falta de una mayoría asegurada como la que enfrenta ADN actualmente, significa que cada proyecto de ley requiere negociaciones previas y acuerdos puntuales para lograr su aprobación.
Dentro de ADN, existen señales de descontento que pueden afectar la cohesión del bloque. Analistas políticos como Pablo Romero Guayasamín señalan que las tensiones internas, especialmente relacionadas con las elecciones futuras, pueden influir en la forma en que el oficialismo enfrenta las votaciones en el Pleno. Por otro lado, Rafael Silva considera que estas diferencias son parte de las dinámicas habituales de los partidos políticos y no necesariamente indican una fractura interna en ADN.
Varios legisladores independientes, incluidos exmiembros de Pachakutik, buscan conformar un bloque propio para negociar su voto en cada decisión. Esta situación implica que ADN no cuenta con apoyos permanentes y debe negociar cada proyecto de ley, lo que añade un nivel adicional de complejidad a la gestión de la mayoría en la Asamblea.
En este escenario, ADN se enfrenta a la tarea de construir su mayoría votación por votación, dependiendo de acuerdos puntuales para cada iniciativa legislativa. Esta dinámica reduce el margen de maniobra del oficialismo y lo obliga a negociar constantemente para lograr el respaldo necesario en el Parlamento. Además, temas cruciales como la discusión sobre la situación de las personas privadas de libertad y su consideración como grupo vulnerable en la Constitución, también requieren el respaldo político de una mayoría legislativa.
En resumen, la situación de ADN en la Asamblea Nacional refleja un escenario complejo donde la estabilidad de la mayoría es un desafío constante, obligando al oficialismo a negociar y construir acuerdos en cada votación para poder avanzar con su agenda legislativa.